Me gusta cerrar los ojos en ocasiones y centrarme en lo que escucho, en que sonidos hacen que mi alma se conecte, en aquellos susurros de la naturaleza, que me traen mensajes, en la voz de Dios a través del viento y ¿porque no? También la voz de los ángeles, yo a través de este tiempo junto a ellos y en los talleres que he compartido, me he dado cuenta que ya sea por ansiedad de escuchar o simplemente porque tu mente aunsigue conectada al agitado día a día, les es difícil escuchar, siempre es bueno bajar nuestro ritmo y tomarnos el tiempo a contemplar, no es algo de la noche a la mañana, porque es posible que si lo haces hoy, no percibas nada, porque debes tomarte el tiempo, sin apegos, sin afanes, permítete sentir, respira, escucha el sonido de tu respiración, y con el tiempo tu sensibilidad se ira desarrollando.

Descansa y suelta todo aquello que te agita, con el tiempo te darás cuenta que ese tipo de energía no va contigo, porque te harás consiente de que eso simplemente te distrae de tu conexión interior, tu estas en este mundo para vivir, para ser feliz, para aprender y servir, es por eso que yo siempre digo en el silencio se encuentran las respuestas y así podrás escuchar tu voz interior diciendo hacia donde dirigirte.