Un Encuentro en la Luz: Mi Diálogo con Jesús y la Verdad sobre los Ángeles

Cada vez que recito la Coronilla de San Miguel Arcángel y el Rosario de Liberación, siento que es un viaje al mundo espiritual. La oración profunda es más que palabras; es un puente que nos transporta a la dimensión del alma. A través de ella, he podido ver y sentir la presencia de seres de luz que nos acompañan y nos guían en nuestro caminar.

Hoy, durante mi oración, volvió a suceder algo maravilloso. Como si mi espíritu fuera llevado a un lugar especial, me encontré nuevamente en ese hermoso bosque lleno de vida, donde pequeñas luces danzaban a mi alrededor, como luciérnagas. Pero no eran simples luces; eran mis pequeñas amigas, las guardianas de la naturaleza, seres de luz que siempre me acompañan cuando entro en profunda conexión con el cielo.

A mi lado estaba él, el poderoso y amoroso San Miguel Arcángel. Su presencia es indescriptible: un equilibrio perfecto entre fuerza y ternura, protección y compasión. Caminé a su lado, hablándole con el corazón abierto, agradeciéndole por su ayuda y elevando las peticiones del grupo de oración. Pude sentir cada petición en mi corazón, cada necesidad, cada llamado al cielo.

San Miguel me escuchaba atentamente, con esa serenidad inquebrantable. Pero esta vez, no respondió. Y lo comprendí: hoy mi diálogo estaba reservado para otro ser de luz.


Un Encuentro con Jesús

De pronto, el paisaje cambió. El bosque se desvaneció y me encontré en una bella colina, sentada bajo un cielo radiante. A mi lado, con su dulce sonrisa y su mirada llena de amor infinito, estaba mi buen Jesús.

Hacía tiempo que no tenía una conversación así con él. Me saludó con esa ternura que envuelve el alma y en su presencia sentí una paz indescriptible. No importaban las palabras, no hacía falta explicaciones, porque en su mirada ya estaba el entendimiento absoluto.

Conversamos sobre muchas cosas, pero hubo un momento que tocó mi corazón profundamente. Le habé sobre lo que estamos construyendo junto a San Miguel Arcángel, y cómo ahora San Rafael Arcángel también quería ser parte de esta misión. Le compartí mi sentir, asegurándole que en todo esto, Dios y él siempre son mi prioridad.

Jesús, con esa paz infinita, me miró con dulzura y me dijo:

“No tienes de qué preocuparte, yo lo sé. Los ángeles fueron creados para ayudar.”

Sentí el deseo de preguntarle más:

“Ellos no tienen libre albedrío como nosotros, ¿verdad?”

Jesús sonrió suavemente y me explicó:

“Aunque no lo creas, ellos decidieron ser ángeles y quedarse aquí. Fue su decisión. Su alma quiso cumplir su misión desde el cielo. No es que no tengan libre albedrío, mi niña… simplemente lo entregaron a Dios porque confían plena y totalmente en Él.”

Sus palabras hicieron eco en mi corazón, pero Jesús no había terminado. Lo que me dijo a continuación me estremeció:

“No creas que solo hay ángeles en el cielo. También hay ángeles que decidieron cumplir su misión en la Tierra. Algunos eligieron encarnar como humanos, vestir el traje de la humanidad y tratar de hacer el cambio desde aquí. Otros, en cambio, tomaron otra forma.”

Sentí curiosidad y le pregunté:

“Te refieres a las mascotas?”

Jesús asintió con una sonrisa:

“Así es. A veces, no se necesitan palabras para transmitir amor o para sanar un alma. Hay tanto amor en el universo y en la Tierra misma… pero solo unos pocos pueden percibirlo. Si eres una de esas personas, simplemente comparte ese amor. No importa si crees que es poco… el amor jamás será poco. San Francisco de Asís lo entendía muy bien.”


Un Encuentro que Me Llenó de Paz

Esa conversación con Jesús fue un regalo del cielo. Me recordó que Dios nos rodea de amor en tantas formas: en los ángeles celestiales, en los ángeles humanos y en los ángeles que caminan a cuatro patas.

Me llenó de una paz indescriptible y reforzó en mí la certeza de que no estamos solos. Siempre hay seres de luz sosteniéndonos, guiándonos y recordándonos que el amor es el verdadero propósito de nuestra existencia.

Hoy comparto esto contigo, porque si estás aquí leyendo estas palabras, no es casualidad. Tal vez este mensaje también sea para ti.

Que el amor de Dios, de Jesús y de sus ángeles siempre te envuelva. 💙✨