Sanación desde la Raíz: Un Mensaje del Arcángel Rafael
Hoy, mientras pensaba con amor en el próximo programa “Sanación desde la Raíz con el Arcángel Rafael”, mi corazón anhelaba que llegara a muchas personas, especialmente a aquellas que han estado buscando una forma de reencontrarse con sí mismas, de sanar desde el alma. Y justo en medio de ese pensamiento, su voz, tan conocida y dulce, se hizo presente. El Arcángel Rafael me respondió:
“La sanación no es un proceso fácil para ustedes. No es una meta, es un camino. Es un sendero de decisiones valientes y de enfrentarse a los propios temores sin disfraz. Es tener el coraje de abrir esa puerta interna que por mucho tiempo se decidió cerrar por miedo al dolor.”
“Solo cuando el alma está lista, incluso con temor, se atreverá a tocar esa puerta. Porque llega un momento en el que lo que intentaste contener durante tanto tiempo ya no cabe en tu corazón. Esa herida, ese vacío, esa pena que pensaste que podrías esconder… comienza a manifestarse. Y entonces el alma grita a través del cuerpo, con síntomas, con cansancio, con emociones reprimidas, con la urgencia de ser escuchada.”
“Ahí es cuando la mente dice: ‘No puedo más’. Ahí es cuando nace esa oración silenciosa: ‘Te necesito, Dios. Ayúdame.’ Y cuando esa oración se eleva, el Padre, en su infinito amor, responde sin dudar. Y yo, como servidor de Su luz, si me lo permiten, también estaré ahí.”
“No te preocupes… llegaré a quienes me busquen. Llegaré a quienes me necesiten. No importa cuánto tiempo haya pasado, no importa lo profunda que sea la herida… si hay una chispa de disposición, si hay una apertura, aunque pequeña, yo estaré allí.”
Estas palabras me llenaron de esperanza, porque me recordaron que la sanación no está reservada para unos pocos, sino para todos aquellos que elijan mirar hacia dentro con amor y honestidad. Sanar no significa eliminar el dolor, sino transformarlo, comprenderlo, abrazarlo y permitir que se convierta en sabiduría.
Este mensaje es para ti que estás leyendo. ¿Sientes que tu alma ha comenzado a gritar? ¿Sientes que ya no puedes seguir sosteniendo ese peso?
Entonces tal vez este sea el momento de abrir esa puerta, con todo y tus temores, y dejar que la luz comience a entrar. No estarás solo. Rafael ya está caminando hacia ti.
Sanar es un acto de amor. Y el amor nunca llega tarde.