Mi encuentro con Xiomara, un ángel de luz
Desde que comenzó este 2025, me he sentido diferente, como si algo en mi interior estuviera cambiando. Hace unos días, comencé a percibir la presencia de un ser de luz cerca de mí. Personalmente, cuando los ángeles no se presentan de inmediato, suelo darles su tiempo y espacio para hacerlo, y esta vez no fue la excepción. Esta mañana, ese ser decidió revelarse.
Se presentó como Xiomara, un ángel hermoso cuya calidez llenó mi corazón por completo. Cuando me puse a investigar el significado de su nombre, algo que suelo hacer para comprender mejor a estos seres, ella me interrumpió suavemente y dijo:
“Quien soy no lo vas a descubrir a través de mi nombre. Solo soy yo. Es solo un nombre, pero soy única. Aunque haya más Xiomaras, yo soy única, y lo descubrirás con el tiempo al irme conociendo.”
Le pregunté si era un ángel, y respondió afirmativamente. Sin embargo, no pude ver alas, así que le mencioné esto. Su respuesta me sorprendió:
“No es necesario para un ángel mostrar sus alas. Somos libres de hacerlo o no. Aunque no lo creas, en la Tierra también hay ángeles, y no tienen alas. Los ángeles nos presentamos de diversas maneras. A mí me gusta mostrarme tal como soy, para que me sientas. Esa es mi misión: guiarte, pero para que lo experimentes y comprendas de manera consciente, debe ser desde el corazón.”
Luego, comenzó a hablar sobre algo que resonó profundamente en mí:
“Querida amiga, tu cuerpo no es solo una herramienta; hace parte de quién eres en este mundo. Es un reflejo de tu esencia.”
Intrigada, le pregunté:
“¿Y las personas que nacen con enfermedades raras o deformidades?”
Su respuesta fue reveladora:
“Fue su propia elección, querida mía. Sus almas son tan sabias y llenas de luz. Ustedes, igual que toda la creación, han nacido de la luz misma, del amor. ¿Crees que Dios les daría algo dañino a sus propios hijos? No, por supuesto que no. Cuando una persona decide nacer en dichas circunstancias, es porque hay un propósito profundo detrás. Puede ser doloroso, pero forma parte del desafío y de la experiencia que su alma necesita vivir.”
Xiomara continuó hablando sobre cómo me he sentido desde que comenzó este año:
“Dices que te sientes rara desde el inicio de este nuevo ciclo, ¿verdad? Eso es porque te has vuelto más consciente de lo que significa soltar. Tu subconsciente ya lo comprendía, pero ahora tu parte consciente también lo está integrando. Te has dado cuenta de la importancia de estar presente y de ser consciente de tu cuerpo. Es cierto que eres un ser espiritual viviendo una experiencia material, pero tu cuerpo también te guía y enseña. Muy pocas personas son conscientes de esto, y por ello nacen enfermedades: porque no saben escuchar ni sentir.”
Entonces, conmovida por su energía, le dije:
“Siento tu presencia y que quieres decirme tantas cosas, pero no logro ponerlo todo en palabras. Siento que te quedarás conmigo un tiempo, ¿es verdad?”
Ella me sonrió cálidamente y respondió:
“Es verdad. Porque cuando el alumno está listo, el maestro aparece. Y tú estás lista para continuar.”
Estas palabras resonaron en mi corazón como una invitación divina a confiar, soltar, y abrirme a la guía de esta presencia angelical que llegó para acompañarme en este momento de mi camino. ✨